Nació en Apizaco, Tlaxcala en 1953. Un hombre leyenda que entre sus oficios fue panadero, sepulturero, vendedor de gelatinas y campesino; en su destino estaba escrito que también sería torero, uno con estilo propio, irreverente y desafiante, con frases como “Los toros se matan solos, yo nada más pongo la espada� se ha ganado un lugar privilegiado en la historia de la fiesta brava.

Inolvidables las palabras para brindar en La Monumental Plaza México el 7 de enero del 2007, el que creía sería su último toro. "Brindo por las damitas, damiselas, princesas, vagas, salinas, zurrapas, suripantas, vulpejas, las de tacón dorado y pico colorado, las putas, las buñis, pues mitigaron mi sed y saciaron mi hambre y me dieron protección y abrigo en sus pechos y en sus muslos, y acompañaron mi soledad. Que Dios las bendiga por haber amado tanto."

Nadie imaginó que ese día no era el final sino el principio de un Pana renovado que salió en hombros de la plaza México y desde entonces no ha dejado de presentarse en diferentes lugares demostrando que todavía tiene muchos pases que dar