En 1541 ocurrió la aparición de la Virgen al indígena Juan Diego Bernardino, a quien le pidió se le construyera un templo.

La Basílica de Ocotlán resalta por su fachada y sus torres de argamasa blanca y su interior estilo barroco de gran belleza así como el camerín de la virgen.

Es uno de los centros de peregrinaje mariano más importante de México. En tu paso por la basílica no dejes de visitar el pocito de agua santa.

Como en todos los templos, te recordamos tomar fotos sin flash y abstenerse en caso de que haya celebración. En caso de que quieras visitar el camarín, la obra de arte barroco más impresionante que guarda esta iglesia, es necesario que vayas con un guía sino, no te dejarán entrar.